jueves, 13 de diciembre de 2012

Ser feliz, hoy

Solemos creer (mejor dicho pensar) que no podemos ser felices todo el tiempo. Necesitamos de los opuestos casi constantemente. Debemos estar mal, para entonces valorar el "estar bien".
 Sin embargo, si solo miramos nuestras experiencias con amor y aceptación, veremos que la vida nos va enseñando que cuanto mas atentos estamos a lo que somos, mas momentos de paz y armonía encontramos. En cualquier lugar y en cualquier tiempo. Y eso es ser féliz.
Ver y mirar nuestra existencia con los ojos puros y amorosos del alma. Todo se percibe como verdaderamente es. Todo tiene sentido. Todo es perfecto.
Y no es necesario buscar las respuestas, porque las preguntas son de nuestra mente. Solo hay que aceptar que nuestra experiencia es la que queremos que sea, y que somos tambien de la manera en que vivimos.
Y me refiero a la vida real, al aqui y ahora, a lo que nos toca y elegimos que nos toque. A nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestros problemas diarios... No hablo de abstraernos y despegar nuestros pies de este hermoso planeta como queriendo escapar, sino todo lo contrario. Involucrarnos y comprometernos con nuestra vida, nuestro interior, nuestro entorno. Hacerlo al maximo, aceptando y amando cada paso de nuestro camino. 

Es como si volviesemos a ser niños, pero con la sabiduría de lo ya aprendido. Ellos viven felizmente su existencia pero de una manera menos consciente. Ya sabios, seamos conscientes de que ser féliz día a día depende de nosotros, y disfrutemos del juego de vivir como niños puros de corazón y mente.
Aprendamos a ver desde el alma.

2 comentarios:

  1. Que bonito blog..muchas gracias por compartirlo...y si...como tú dices y yo pienso..la vida es un viaje..lleno de experiencias buenas y malas..pero todas de alguna manera ...son maravillosas...forman parte de nosotros....la vida no admite ensayos...debemos disfrutar de ella...y nunca dejar de ser niños...
    un beso

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    1. Gracias Eugenia. Quizás las experiencias no sean necesariamente buenas o malas. Quizás solo sean un aprendizaje para ayudarnos a evolucionar, a acercarnos a lo que somos, verdaderos niños puros, llenos de amor y sin egos. Un beso

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