Me auto robo algo que le escribí a un gran amigo hace un tiempo. Siento que lo escribí para mí, ahora. Lo comparto con amor y humildad.
"Qué
más falta?
Siempre
te dije que vos (al igual que yo, y muchos de nosotros) teníamos todo lo
necesario para ser felices. Que era cuestión de despertar, de ser conscientes
de lo que teníamos, pero más importante, de lo que éramos!
Hoy
tengo la fuerte intuición que hemos comenzado a transitar ese proceso.
El
despertar empieza primero en un reconocimiento a lo que somos y tenemos, y
recién después nos lleva a buscar aquello que nos pueda estar faltando. Pero no
desde un lugar de angurria egoísta de querer tenerlo todo, sino desde la
humildad de saber que siempre puedo aprender más, y conocerme más.
El
despertar te lleva a reconocer en el otro ciertas virtudes que quisieras tener
para vos, e ir tímidamente por ellas.
El
despertar te motiva a encontrar, más que a buscar, y te acerca a la decisión consciente
y comprometida de ser feliz.
El
despertar te inspira a mirar hacia adentro, a tu ser interior, a tu esencia. Y
en ese lugar, a re encontrar a Dios. El mismo Dios pero desde otra mirada, con el
mismo amor de siempre. Es como armonizar el Dios que nos han enseñado de chicos, con el
Dios que somos, que está en nosotros, y con el que podemos co-crear una vida
plena y feliz. El Dios que te sonríe y
te alienta a vivir, y no ha sobrevivir.
Cuando
despertas dejas de preguntarte “que quiero hacer de mi vida” y empezas a sentir
la necesidad de saber que queres hacer “con” tu vida.
El
“hacer” deja de ser lo fundamental y esencial para tu felicidad, y cobra mayor
importancia tu “ser”, tu esencia. Empezas a ansiar un equilibrio entre lo que
haces y lo que sos. Buscas la coherencia entre tus sentimientos, pensamientos y
acciones. Empezas a disfrutar el proceso, mucho más que el logro. Empezas a
disfrutar más el dar, que el recibir; el compartir, que el apropiarte; el
escuchar, que el convencer; el aceptar, que el cuestionar.
Cuando
despertas podes mirar hacia atrás y entender que todo pasó "para" algo (y no
necesariamente "por" algo). Que todo tiene un sentido, y que no hay nada que
quieras cambiar si ello implicase que tu vida sea distinta a lo que hoy es, con
lo que amas y lo que aún te cuesta aceptar de vos.
Cuando
despertas ves lo que tenes y no lo que te falta; admiras la abundancia de Dios
y el Universo, y distinguis que la escasez es propia de la mente de algunos seres.
El
despertar es como prender la luz de tu hogar, luego de una noche oscura de tormenta,
y ver que todo está en su lugar, y que lo que afuera era destrozo y miedo, adentro
es paz y armonía. Es descubrir que en tu interior está el equilibrio que
afuera a veces escasea.
Y no
hay mejor momento que este (el presente), sea cual sea, para despertar! Todo es
perfecto, aun en el caos en el que creemos vivir. Todo pasa cuando tiene que
pasar.
Por
todo esto, deseo profunda y honestamente que esta experiencia sea parte de tu despertar. Deseo
sinceramente que tu alma y tu corazón estén abundantes de emoción y deseos de
reconocerte feliz y pleno. Que tu mente se aliviane y se abra para aceptar lo
que no entiende. Que puedas experimentar la valentía de enfrentar tus miedos,
que los tenemos todos, y animarte a ser libre, interiormente.
Tenés
todo, sos todo. Reconocelo, aceptalo, agradecelo y disfrutalo.
Te
amo hermano. Siempre a tu lado"