El cuerpo duele y la mente cuestiona porque buscan confirmar el camino hacia la luz. Como niños que reclaman atención y limites, necesitan ser guiados, cuidados, bien tratados y principalmente amados.
Y nuestro Ser Interno está ahí, expectante. Esperando
alforar y dar luz a nuestra vida. Siempre esta listo para conducirnos en el
dolor, en las tinieblas, en la confusion.
Como todo en la vida, se trata de estar atento, de querer
y entonces poder, de escuchar...
Nuestra alma puede llevarnos a estados de paz y armonia
que nunca nuestra mente y cuerpo solos no pueden lograr.
Dejemos que nuestra Luz surja e ilumine nuestra
existencia. No es dificil. Solo es nuestra decision.