domingo, 22 de septiembre de 2013

Perder el miedo a perder

¿Porque tenemos miedo a cambiar? ¿O acaso no hemos asumido aún que la vida es incierta? El cambio es el motor de nuestra evolución y es por ello que si insistimos en mantenernos donde estamos, buscando seguridad, estaremos trabando nuestro fluir hacia un mejor Yo. Aceptar que podemos re inventarnos constantemente es acercarnos a la liviandad de los seres de luz que somos. Todo lo que existe a nuestro alrededor esta en constante evolución y sin embargo nosotros nos aferramos a lo que tenemos, e inclusive a lo que creemos que somos, como si en ello estuviera la razón de nuestra vida y el propósito de nuestra existencia. Y quizás sea todo lo contrario. Sólo conocemos cuando aprendemos y aprendemos cuando experimentamos y experimentamos cuando vivimos y vivimos cuando somos y somos cuando fluimos y fluimos cuando amamos y amamos cuando aceptamos con humildad que hemos sido creados para ser felices. Nada más y nada menos. Cambiar es esencial a nuestro ser. Aceptar nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevas posibilidades, nuevos trabajos, nuevas relaciones, nos abre camino a nuestro deseo de vivir aquí y ahora. Lo opuesto sólo da sentido a programar una vida a futuro que lejos esta de aceptar la incertidumbre como regla principal de este juego. La paradoja esta en que nada me pertenece salvo lo que hago, lo que dejo y lo que doy. Entonces? Perdamos el miedo cambiar. Perdamos el miedo a perder. Namaste.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Seres espirituales, y materiales

El cuerpo muchas veces duele. Tanto que nos hace mover de nuestro eje. Somos seres espirituales que vinimos a aprender de la experiencia de las sensaciones, las emociones y los pensamientos. Por eso muchas veces nuestros cambios internos, espirituales y mentales, se someten a un fuerza contraria que frena nuestra evolución: lo material. Y nuestro cuerpo a veces es el enemigo más visible de esa "lucha" entre lo que somos y lo que deseamos ser. Un todo integrado de tres. Es imperioso escuchar las señales de nuestro cuerpo. La meditación, la relajación, la conexión con nuestra fuente es el camino a la evolución. Pero la armonía y el bienestar pleno se consiguen encontrando el equilibrio en el ser que somos. Y nuestro cuerpo, al igual que nuestra mente, es parte inseparable, en esta vida, de nuestro Yo. Ningún dolor es para siempre. Salvo que lo transformemos en sufrimiento. Revisemos que nos pasa, o de que manera estamos viviendo, cuando nuestro cuerpo nos implora atención. Namaste.