lunes, 20 de mayo de 2013

Lo que falta, viene en camino

La contrarierdad que genera en tu interior la incertidumbre de donde no saber donde estás y hacia donde "debes" ir. La sensación de no poder controlar tus pensamientos y tus emociones, esperando sin saber bien qué, aunque sabiendo que algo está por llegar a tu vida, y que será transformador. El ver tu rostro en el espejo y que no refleje la paz y confianza que crees tener en tu interior. El no poder encontrar tu sonrisa ni siquiera en tu mirada. El sentir que tu luz no brilla como te gustaría que lo hiciera. El despertarte cansado, habiendo soñado infinidad de sueños, infinidad de momentos, y no poder recordar ni siquiera el último. Qué pasa? Porqué sentir lo que hoy no quiero sentir? La respuesta amigo mío sigue estando en tu interior. En tu confianza en tí mismo y en saber, más que creer, que eres parte de este hermoso Universo que siempre conspira a tu favor. Dejate fluir. Tu poder es tan contundente que tus dudas se apoderan de tu Ser, y crees que no puedes evitarlo. Pero siempre hay algo más adentro tuyo. Solo tienes que abrir tu corazón a las señales que la Vida te da, y aceptarlas y seguirlas. No siempre encontrarmos lo que buscamos. No siempre el Universo nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos para ser un mejor Yo. Entonces, todo depende de tí. Tu construyes tu camino aún con tus dudas, que no son más que la confirmación que tu mente necesita para avanzar. Y seguir avanzando hacia donde tu Alma te guia. Pero ten presente que la Vida es incierta. Y ahí está su magia, su encanto, su valor. Y ahí está tu amoroso poder para construir lo que quieres vivir. Solo hay algo en lo que no debes dudar: en amarte por sobre todas las circunstancias. Perdonarte. Aceptarte y aceptar lo que para tí son "tus errores". Y entregarte incondicionalmente a ser feliz. Agracede lo que tienes, cada día. Porque lo que aún necesitas viene en camino.

viernes, 3 de mayo de 2013

Un momento puede ser eterno

Hay momentos en nuestras vidas que disfrutamos plenamente nuestra libertad. La sensación de controlar cada músculo, cada emoción, cada sentimiento, cada pensamiento, cada acción. Son momentos en los cuales sentimos estar conectados con Dios, espíritu fuente, y en un milagroso equilibrio de humildad y poder, sabernos dueños de nuestra realidad. Es cuando dejamos de ser elegidos, y pasamos a elegir. Encontramos el protagonismo que nuestra creación reclama, sabiendo que somos mucho más de lo que aparentamos ser. El poder de Dios y del Universo está en nuestro interior. Y creyendo que no sabemos cómo y porqué, dejamos que nuestro poder se exprese y se expanda. Y como consecuencia directa, nuestro entorno se transforma y dejamos de ser nosotros quienes nos adaptamos al mundo para ser la realidad que creamos la que se adapta a nuestra visión. La vida en esos mágicos momentos se transforma en un juego. Simple, hermoso, divertido. Y sentimos que conocemos las reglas y hasta aceptamos con simpatía equivocarnos en una elección. Estamos seguros que, de una u otra manera, esa equivocación nos hará evolucionar y ser mejores "yo". Y sin misterios, disfrutamos sobremanera el camino. Es en esas circunstancias cuando nuestros pensamientos positivos fluyen, y nuestra idea de ser feliz se muestra plenamente en todas sus posibles facetas. Y hasta creemos fervientemente que la felicidad eterna en nuestra realidad finita es posible. Y no nos preguntamos ni pedimos, sino que solamente agradecemos. Agradecemos, agradecemos. Esos momentos son posibles, son reales y son repetibles. Solo dependen de nuestro grado de consciencia. Somos seres benditos y protegidos. Una hermosa creación de un Ser Supremo, lo imaginemos como lo imaginemos, que en su amor incondicional nos encomendó una sola misión: ser felices. Y puso todo el Universo y su creación a nuestro alcance para que fluyamos en él. Grabemos en nuestro corazón aquellos momentos en que nos sentimos libres y plenos. Y seamos conscientes que solo depende de nosotros Vivir, y no sobrevivir. Namasté.