El ser concientes, el estar despiertos, significa sentirse parte de la vida que uno vive. Saberse co-creador de lo que experimenta. Atrayendo a uno lo que desea, aunque no lo quiera. Sepamos entonces que todo lo que pienso, y no pienso, viene a mí si es que internamente lo deseo. Por eso debemos estar despiertos y lograr que todo lo que sea en nuestra vida se vea reflejado en lo bueno, en lo sano, en lo útil, en el amor. No miremos para el otro lado creyendo que lo que nos pasa no tiene que ver con nosotros o no fue atraído por nosotros. Sepamos el poder que tenemos y seamos responsables de ello. Pidamos al Universo que nos ilumine y nos muestre la sabiduría que está en nosotros para poder distinguir entre la luz y la oscuridad.
Para saber amar hay que saber agradecer y hay que saber aceptar. El pedir perdón no tiene que ver con la culpa sino con la responsabilidad de nuestros actos y hechos que atraemos a nuestra vida, y que afectan a otro. Liberémonos de la culpa sintiendo profundamente la paz de nuestro interior, y seamos claros y honestos con nosotros para que se refleje en nuestras almas, en nuestra mirada, la paz que al otro sana y ayuda.
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